Paternidad

Guardando el corazón de mis hijos

Comienzo diciéndote que mi intensión con este artículo es causarte un poco de incomodidad; pero no se trata de cuestionar si estamos siendo “buenos padres”. El propósito es despertar una conciencia sobre la importancia de guardar el corazón de nuestros hijos. Queremos ser padres intencionales en nuestro propósito en este rol tan importante.

¿Te has dado cuenta muchas veces que estamos viviendo como en modo automático? Rutinas diarias; Ajetreos debido a compromisos y responsabilidades ocupan tu mente y gran parte del tiempo día tras día. De momento te das cuenta que la calidad de vida familiar ha ido en deterioro y que los más que amas los sientes más lejos de ti.

Reconocer que tal vez no hemos sido intencionales en nuestra vida íntima de hogar y hemos estado viviendo la vida en modo automático según fluyen las circunstancias y ajetreos de la vida requiere humildad. Tal vez hasta hemos estado repitiendo patrones de quienes aportaron en nuestro crecimiento y que laceraron nuestra confianza, o causaron heridas profundas. Tal vez te has visto repitiendo frases hirientes, o desesperándote y manejando las situaciones sin sabiduría. Sea cual sea las circunstancias, detente.

Muchas veces vivimos en automático y así mismo se encuentra la condición de nuestro propio corazón: corriendo en automático.  Ves, cuando crecimos recibimos muchísimas marcas, no importa cuán buenos fueron nuestros padres ni el ambiente en el que nos criamos. Fuimos marcados de buenos ejemplos, y también fuimos marcados con otros no tan buenos. Fuimos enseñados de lo que se nos dijo, pero también fuimos enseñados de lo cual estuvimos expuestos.

Si continuamos viviendo sin tener una conciencia de las marcas que aún tenemos en nuestra vida; como la amargura, rechazo, frustración, falta de perdón entre muchas otras, sin darnos cuenta con nuestro ejemplo, comentarios, maneras de pensar y actuar podemos estar lacerando a los que más amamos. Necesitamos sanar, necesitamos perdonar, buscar ayuda y ser cuidadosos con lo más valioso que tenemos en nuestras manos, nuestra familia.

Quiero dirigirte a dos versículos bien importantes que deseo profundizar que tal vez has escuchado muchas veces:

Dirige a tus hijos por el camino correcto,
    y cuando sean mayores, no lo abandonarán.

Provervios 22:6 (NTV)

Instruye al niño en su camino,
    Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Provervios 22:6 (RV1960)

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.

Proverbios 4:23

La primera palabra me da una instrucción para que dirija a mis hijos por el camino que debe seguir y me asegura que mis hijos NO ABANDONARÁN el camino aun cuando sean mayores.  Esto me dice que yo como padre necesito enfocarme en el tiempo de instrucción de mis hijos AHORA porque quiero que tengan la capacidad y herramientas para que nada que enfrenten en el mundo los haga apartarse del camino.

La segunda palabra también me da un mandato, pero también me revela algo muy importante. Me habla que sobre todo lo más valioso que pueda proteger está el guardar el corazón porque de lo que tenga en él, influenciará todos los asuntos de la vida. Lo que tenga en mi corazón influenciará todos los asuntos de la vida, la mía y los que tengo a mi alrededor. Ahora tengo en mis manos personitas que también tienen un corazoncito.  Me toca como padre ser el guarda del corazón de mis hijos. No puedo ser yo quien permita o abra brechas de vulnerabilidad en el corazón de mis hijos donde el mundo pueda acceder para marcarlos y dañarlos.  Me toca enseñarles como ellos pueden guardar y proteger su corazón cuando se vean solos y expuestos al mundo. Esto es parte fundamental en esa formación para que aun cuando fueran grandes, no se aparten jamás del propósito de Dios.

Por favor presta atención a lo siguiente:

Hay Urgencia

  • No hay tiempo para perder, y no importa cuán crecidos ya tus hijos se encuentren, el tiempo es perfecto justo ahora porque Dios puede restaurar todo lo dañado. A los que tienen niños pequeños y pre-adolescentes, no esperen a que sean “grandes” para intentar conectar con su corazón.  Alimente lazos de confianza y respeto mutuo dentro del hogar desde ya. Muy importante es que debe estar atento al primer conflicto entre padres e hijos por más insignificante que parezca, hay urgencia para sanarlo. 

Requiere un esfuerzo intencional

  • Primero que nada, pídale sabiduría y estrategias al Señor para que pueda implementar los cambios necesarios en su vida y su familia.
  • Identifique y modifique conductas y rutinas.
  • Establezca tiempos donde se puedan sentar a conversar y sembrar correctamente en ellos según la capacidad de cada niño o joven. Aproveche aún los tiempos en el carro de camino a compromisos diarios y háblele a sus hijos los consejos que le proveerán herramientas y estrategias en la vida. Provoque que hablen y escúchelos, así podrá mantenerse conectados íntimamente como familia.
  • No los critique. Muchas veces cuando no estamos viendo resultados esperados tendemos a criticarlos en lugar de enseñarlos, no es lo mismo. La crítica lastima muchísimo y solo es un medio por el cual descargamos nuestras propias frustraciones.

Por último, considere lo siguiente como una pieza muy importante en el rompe-cabeza o “puzzle” de todo esto de guardar e instruir a sus hijos en el camino del Señor de manera que no se aparten jamás de El:

No los abandone al mundo

  • Si usted no dejaría solos a sus hijos en casa de un extraño o solos en un país desconocido, tampoco debería dejarlos solos expuestos en un mundo virtual llamado internet.  Esto es un tema mucho más profundo, pero tenía que al menos mencionarlo. 

A lo que nos exponemos va a ser de lo que absorba y de lo que se alimenta el corazón.